ESCRITO POR: ACADEMIA SMART
La autonomía en cualquier proceso de enseñanza-aprendizaje es parte de fundamental para el desarrollo efectivo de las habilidades que se requieren para el dominio de una lengua.
En principio, es necesario aclarar que el término “autonomía” es un poco problemático debido a su amplia confusión con la “auto-instrucción” y por otro lado es difícil de definir con precisión.
Sin embargo el Profesor Jack Richards concluye que “la autonomía del alumno se refiere a la responsabilidad que deben tener los estudiantes en aquello que aprenden y cómo aprenderlo. Ellos deben participar en las decisiones relativas a la fijación de objetivos para el aprendizaje, la determinación de los medios para el aprendizaje, la reflexión y la evaluación de lo que han aprendido.”
Cuando se habla de autonomía, se dice que el aprendizaje debe ser más personal y centrado para lograr así mejores resultados debido a que la adquisición del conocimiento se basa en las necesidades y preferencias de los estudiantes. Por el contrario, el enfoque tradicional se basa en las decisiones tomadas por el docente.
Una de las ventajas que tiene el aprendizaje autónomo en las lenguas es tener una selección clara y específica de los objetivos que se quieren alcanzar para desarrollar un plan que conduzca a la consecución de los mismos.
Por esta razón es de gran importancia promover un comportamiento que le permita al estudiante establecer diferentes alternativas en su proceso autónomo, tales como una buena motivación, autorregulación y exploración abierta en diferentes ambientes.
A partir de esto, es posible mencionar que hay varios argumentos a favor del aprendizaje autónomo ya que si se logra que los estudiantes estén realmente comprometidos con su estudio el problema de la motivación sería solucionado en primera medida. Además hay una gran cantidad de ventajas en los procesos autónomos de aprendizaje dentro de las cuales se encuentra el hecho de que el maestro sea menos instructor y más un facilitador, esto permite que los estudiantes no se limiten a confiar en el maestro como la principal fuente de conocimiento y así se fomenta la capacidad de los estudiantes para aprender por sí mismos, en consecuencia se anima a que ellos mismos tomen decisiones sobre lo que aprenden generando la conciencia de sus propios estilos de aprendizaje y eventualmente se logrará que los estudiantes desarrollen sus propias estrategias de aprendizaje.
Actualmente tanto estudiantes como docentes cuentan con distintas herramientas que se promueven a través del uso de las tecnologìas de la informaciòn, esto con el fin de lograr facilidades de acceso y variedad para beneficiar el aprendizaje.
Nathali Guerrero – Carlos Peralta
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